El BCE pide a los bancos más inversión ante posibles situaciones adversas «por lo que pueda venir»
La supervisora del Banco Central Europeo, Claudia Buch, solicita a la banca un esfuerzo adicional mediante la creación de reservas de capital e infraestructuras tecnológicas estables
El BCE planta batalla a las expectativas adelantadas de bajadas de tipos

Nadie duda de la capacidad de resistencia de los grandes bancos de la zona euro, no al menos el Banco Central Europeo (BCE), que certifica que son hoy considerablemente más resistentes que hace diez años. El problema es que, a los antiguos riesgos, ... que siguen constituyendo una amenaza, se suman ahora otros nuevos que aconsejan seguir invirtiendo en resiliencia. Y esa será la primera línea de acción de la nueva supervisora jefa del BCE, la alemana Claudia Buch, pide a los bancos un esfuerzo adicional en este sentido.
Los bancos están «mejor capitalizados y más resistentes hoy que al comienzo de la unión bancaria hace diez años», ha informado en Bruselas Claudia Buch, que ocupa el cargo desde el 1 de enero y que fue antes vicepresidenta de Deutsche Bundesbank, pero considera necesario estar alerta ante un entorno incierto.
«El cambio estructural en la economía real, los riesgos emergentes, la digitalización y el aumento de la competencia pueden poner en duda los modelos de negocio de los bancos», ha señalado como los próximos desafíos.
Buch apunta que las instituciones se han beneficiado recientemente del aumento de las tasas de interés y han obtenido mayores ganancias. «Esto les ofrece la oportunidad de aumentar su resiliencia mediante la creación de reservas de capital e infraestructuras de TI estables», ha dicho. Por lo que pueda venir.
«Ya hay señales claras de que la calidad de los activos de las grandes instituciones está empezando a deteriorarse», ha señalado como indicio de que pueden aumentar los préstamos incobrables. Hasta finales de 2022, hubo una tendencia a la baja casi continua en la tasa de los llamados «préstamos morosos» (NPL).
Desde 2023, estos préstamos en riesgo de impago han vuelto a aumentar ligeramente, aunque se mantienen en un nivel bajo, y la supervisión del riesgo crediticio se ha centrado en «sectores vulnerables», como el inmobiliario comercial. El BCE estaría más tranquilo si los bancos se aprovisionan convenientemente ante esta contingencia.
Efecto en el sector inmobiliario
En la misma línea, el director de la Agencia Federal Alemana de Servicios Financieros (Bafin), Mark Branson, ha advertido también recientemente sobre el impacto de los impagos de préstamos en el sector inmobiliario comercial. «Los modelos de negocio altamente especializados o la mala selección de propiedades por parte de los bancos podrían incluso poner en dificultades a instituciones individuales», advierte el informe «Risks in Focus 2024», publicado hace dos semanas, que señalaba que, a pesar del aumento de los costes de construcción y de las tasas de interés de los préstamos, los precios de los inmuebles comerciales han estado cayendo desde mediados de 2022.
El Deutsche Pfandbriefbank (PBB), que cotiza en el SDax, se encuentra actualmente bajo especial presión por este motivo y ha debido aumentar significativamente sus provisiones para riesgos en el cuarto trimestre de 2023. Los datos de España, sin embargo, están bastante por encima de la media y tres de las entidades españolas, Bankinter, Banco Santander y Kutxabank, destacan en el último test realizado por la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
En las pruebas de estrés de 2023, el impacto para el conjunto de las entidades españolas fue de 242 puntos básicos, pasando de una ratio de capital CET1 del 12,41% en diciembre de 2022 a una del 9,99% al finalizar la prueba. La media observada por todos los bancos analizados por la EBA, con un impacto en el escenario adverso de 479 puntos básicos, pasó del 15,18% de capital CET1 al 10,39% en 2025. Pero ni siquiera para los bancos españoles habría lugar para la complacencia, según Buch.
Cambios estructurales en la industria
Las previsiones de crecimiento ya se están rebajando, los riesgos relacionados con el clima son cada vez más visibles y el número de ciberataques ha aumentado considerablemente.
«Muchos de estos cambios son estructurales más que temporales y requieren ajustes a nivel de empresa e industria», propone la supervisora, consciente de que las insolvencias corporativas y los riesgos crediticios podrían aumentar, y los prestatarios altamente endeudados con modelos de negocios débiles podrían verse presionados.
Buch describe todo un modelo de negocio sometido a nuevas presiones que no figuran hasta ahora de forma específica en los test de estrés. Advierte que actualmente los nuevos peligros no se tienen suficientemente en cuenta en los procesos de gestión de riesgos de las instituciones financieras. «Por lo tanto, las decisiones de los bancos podrían basarse en información incorrecta o incompleta», avisa.
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